El Polestar 4 como copiloto

El Polestar 4 en primera persona

Soy escritora y trabajo desde la sede central de Polestar. Como te puedes imaginar, paso la mayor parte del día sentada. Pero antes del lanzamiento del Polestar 4, se me planteó la posibilidad de cambiar la silla de escritorio por un asiento de gama alta. Tuve la oportunidad de estar en el lanzamiento de la película del Polestar 4. El equipo de rodaje necesitaba una reportera para un segmento. No tuvieron que pedírmelo dos veces.

Mi primer paseo en el Polestar 4 se grabó, y no te voy a contar lo espectacular que fue porque con el vídeo sobran las palabras. Sin embargo, las fuerzas G y las risas me impidieron cumplir mi cometido (lo siento, equipo). Aquí va un intento de enmendar el error. Esto es lo que Joakim me contó sobre los objetivos, los momentos especiales, la cocina y la locura. (Y sí, todo esto está relacionado con el rendimiento del Polestar 4).

Desarrollo del Polestar 4

Con un centro de gravedad bajo, una distribución equilibrada del peso, rigidez estructural y unos componentes de suspensión perfeccionados, el Polestar 4 tiene uno de nuestros chasis más seguros y la mejor respuesta de dirección con sello Polestar hasta la fecha. El equipo responsable de tanta armonía es el de Dinámica del Vehículo, dirigido por Joakim Rydholm, nuestro jefe de Desarrollo de Chasis.

El trabajo que hacen Joakim y su equipo se puede resumir de muchas maneras, pero lo que más me llamó la atención es su dedicación (rozando la obsesión) por crear una armonía perfecta.

El rendimiento es mucho más que velocidad. Tiene que ver con la dirección, el manejo, el frenado, la aceleración y todas sus subcategorías. Y al final, lo que crea esa experiencia de conducción Polestar única es que todos los componentes funcionan en perfecta armonía. Para el Polestar 4, eso significa subir el nivel de confort en una experiencia de conducción igualmente única.

Cuando le preguntamos para qué público está dirigido este coche, Joakim es tan general como específico: "Este coche es para gente a la que le gusta conducir, que aprecia el cuidado de los detalles, el espacio y la sostenibilidad".

Al final, es una cuestión de expectativas

Joakim destaca que el producto final es el resultado directo del esfuerzo de un equipo y de la colaboración entre sectores. Incluso departamentos como el de Diseño, que no están directamente relacionados con el de Dinámica de Vehículos, han influido en el rendimiento del Polestar 4.

Como en muchas otras parcelas de la vida, al final, todo se reduce a las expectativas. Hablando en términos estrictamente objetivos, el Polestar 4 llama la atención. No hay duda. El coche destaca y atrae miradas allá donde va. Su elegante diseño viene acompañado de una serie de expectativas sobre lo que se siente al conducirlo. La tarea del equipo de Dinámica del Vehículo es asegurarse de que el rendimiento del coche esté a la altura de lo que se espera de él.  

"Se trata en gran parte de las expectativas y del nivel de exigencia. Cuando me doy una vuelta con el Polestar 4, la gente que me ve se forma unas expectativas sobre su rendimiento. Nuestro trabajo es asegurarnos de que las capacidades del vehículo coincidan con lo que el diseño cuenta de él", explica Joakim.

Como explicó hace poco en un evento Maximilian Missoni, jefe de Diseño de Polestar, el Polestar 4 es una nueva generación de SUV coupé. Pero sigue siendo un Polestar. "Como buen Polestar, ofrece la dinámica de conducción de un coche deportivo".

El proceso de perfeccionamiento

Aunque Joakim tiene varias décadas de experiencia en todo lo relacionado con el chasis de los coches, desarrollar un coche nuevo en una plataforma nueva sigue siendo una experiencia de aprendizaje con mucho ensayo y error. A pesar de los retos, Joakim y su equipo siempre lo dan todo. Perfeccionar, probar y volver a perfeccionar es parte del trabajo.

"Dedicamos innumerables horas a mejorar todavía más la dirección del coche. Y cuando nos gustan las sensaciones que transmite en una determinada configuración, a una determinada velocidad, en todos los modos diferentes, llegan las pruebas en climas fríos y el proceso continúa. Es mucho trabajo, pero nos lo pasamos genial", cuenta Joakim.

Y se nota. Joakim habla con tanta pasión de los coches, del equipo y del trabajo que hacen, que empiezo a preguntarme si debería cambiar de carrera...

Dejo de replanteármelo cuando me habla de la cantidad de decisiones que toma el equipo cada día. Decisiones grandes y pequeñas, de esto o aquello, pero también de seguir este plan de acción o el otro. Decisiones que, al final, determinan si se alcanza o no esa armonía perfecta.

Es demasiada presión para mí. Yo soy más de consultarlo todo con la almohada. Creo que no sería lo mío.

Momentos especiales con el Polestar 4

Gran parte del trabajo de Joakim tiene que ver con el placer de conducir. Solo con esa descripción, ya sabes que no va a ser un trabajo aburrido. Joakim lo desarrolla:   

"Lo más entretenido de mi trabajo es colaborar con el equipo. Estamos muy compenetrados. Se podría comparar con trabajar en una cocina. Cuando conduzco, me siento como un chef, y la persona que se sienta a mi lado es mi sous-chef, alguien que sabe exactamente lo que necesito y que me avisa si me vuelvo un poco loco. Y todos trabajamos por el mismo objetivo: hacer un coche que sea divertido de conducir".

Y te aseguro que lo han conseguido. Esa primera vuelta en el Polestar 4 fue un absoluto placer. Y la segunda, también. Pero estarás de acuerdo conmigo en que las primeras veces son un poco más especiales.

En todos los Polestar que Joakim ha ayudado a desarrollar, desde el prototipo Volvo C30 Polestar de 2010, hay un momento en el que siente que los componentes trabajan en armonía. Internamente, es lo que llaman "The Golden Ride".

"Es el momento que buscamos. Cuando conseguimos el resultado y sabemos que nuestro trabajo ha terminado".

El veredicto

Mi misión no era analizar el rendimiento del Polestar 4, pero en cuanto Joakim puso el pie en el acelerador, pensé que era lo menos que podía hacer. Así que aquí va.

En primer lugar, esperaba que el coche fuera rápido, pero cuando arrancamos, me pareció más un cohete que un coche. No estaba preparada para ese lanzamiento. No pude articular palabra, solo me salió reírme. Se me olvidó cómo hablar.

Más allá de la aceleración, el coche me daba seguridad. La prueba fue a principios de enero con neumáticos de verano, y el coche se mantuvo pegado a la pista, a pesar del hielo y las curvas cerradas.

Por otra parte, me esperaba que la experiencia fuera divertida, pero la realidad superó con creces mis expectativas. No me malinterpretes, me he reído antes en coches, con chistes y podcasts, pero no por la emoción. Así, no.

En resumen, me he enganchado al Polestar 4. Sabiendo todo el trabajo que hay detrás de este eléctrico, estoy deseando ponerme yo misma al volante.

Si eso pasa, no te lo puedes perder.

Texto: Nicole DeLay

Nicole es escritora y creativa de la sede central de Polestar en Gotemburgo (Suecia). Centrada en el estilo de vida, las ideas y la sostenibilidad, su visión de la automoción va más allá de los coches. Tras más de tres años en Polestar, Nicole es colaboradora sénior del sitio editorial de Polestar.