Informes ACV: lo entenderán hasta los más pequeños

Un análisis de ciclo de vida (ACV) es como un cuentacuentos ecológico que revela la huella oculta tras nuestros productos y servicios favoritos. Por tanto, el ACV permite a las personas tomar decisiones informadas y ayuda a las empresas que priorizan la sostenibilidad a reducir al máximo su huella de carbono.

A nadie le amarga una buena historia (y a todos nos gustaría salvar el planeta), así que lo natural es que compartamos la huella de carbono de los coches Polestar para garantizar la transparencia y la responsabilidad medioambiental.

En nuestros ACV, examinamos todas las fases del ciclo de vida del coche, desde la producción de los numerosos componentes del vehículo hasta el transporte, la fabricación y la distribución. Nuestra evaluación muestra incluso cómo el tipo de electricidad utilizada al cargar el coche afecta a las emisiones en la fase de uso. 

Pero ¿qué significa realmente "huella de carbono"?

Cuando hablamos de la huella de carbono, en realidad nos referimos a la cantidad de gases de efecto invernadero que se liberan debido a lo que usamos y producimos. Resumiendo, a la huella que nuestras acciones dejan en la Tierra. Y a pesar del dicho "cuanto más grande, mejor", en este caso queremos que nuestra huella sea lo más pequeña posible. 

En nuestro ACV, medimos la huella del coche utilizando una unidad especial llamada "dióxido de carbono equivalente" (CO2e). Es la que utilizan la ONU y la Comisión Europea. El dióxido de carbono equivalente convierte los efectos climáticos de distintos gases en la cantidad correspondiente de dióxido de carbono (CO2) necesario para crear el mismo efecto invernadero. Esto significa que se pueden comparar diferentes objetos, como… coches, entre sí, pero estos también pueden compararse con ropa, la ropa con el café, y así sucesivamente.

¿Hay algo que Polestar no incluya en sus cálculos?

Los ACV de Polestar se modelan conforme a un límite de sistema específico que define tanto lo que se incluye como lo que no. Esto significa que la construcción de instalaciones de producción y su maquinaria no se tienen en cuenta en los cálculos, como tampoco las pérdidas de productos o el transporte de nuestros empleados al trabajo y de vuelta. Las actividades empresariales generales como la investigación, el desarrollo de productos, las ventas y el marketing tampoco se incluyen en nuestros ACV. La razón es que estas emisiones de gases de efecto invernadero son difíciles de atribuir a un producto concreto y se estima que son muy pequeñas en relación con las emisiones totales del vehículo.

Decís que el Polestar 2 ha perdido tres toneladas en tres años, ¿es un resultado significativo?

La respuesta corta es "sí". La respuesta un poco más larga es "sí, pero no es suficiente". 

En comparación con el Polestar 2 Long range Dual motor de 2021, hemos reducido el CO2e 3 toneladas por coche (de 26,2 toneladas de CO2e a 23,1 toneladas). Eso equivale a una reducción superior al 10 %, y esa cifra seguirá creciendo. Pero tenemos que actuar rápido.

Frida Røyne, especialista en ACV de Polestar, explica: "Junto con nuestros proveedores y socios, estamos en una búsqueda continua de soluciones, y nuestro informe ACV muestra áreas que podrían mejorarse. Pero está claro que para  alcanzar la neutralidad climática en 2040, tenemos mucho trabajo por delante, ya que debemos redoblar esfuerzos para reducir las emisiones en nuestra cadena de suministro".

¿Qué se considera una cifra de CO2e alta, baja o intermedia?

Me alegra que preguntes. Esto representa una gran problemática, sobre todo cuando estás a punto de tomar una de las decisiones de compra más importantes de tu vida. Sin algo con lo que compararla, una cifra de dióxido de carbono equivalente resulta tan útil como una regadera con agujeros.

La solución pasa por que otros fabricantes de vehículos sigan el ejemplo y muestren la huella de carbono de sus coches. 

Cada vez son más las marcas de automoción que revelan sus cifras, pero no son del todo transparentes sobre cómo las han alcanzado porque no están dispuestas a compartir su metodología de ACV, lo que hace que sea casi imposible interpretarlas. 

Es como decir que tus croquetas son bajas en calorías y no querer compartir la receta. 

Por eso creemos que se debe establecer una norma para todo el sector a la hora de realizar estos informes. 

¿Qué habéis hecho para reducir la huella de carbono? 

Tres acciones clave nos han ayudado a reducir la huella de carbono del Polestar 2: 

• Hemos incluido una batería nueva en los Polestar 2 Long range de la mayoría de los mercados*, lo que representa una reducción de 1,1 toneladas de carbono por coche.
• Hemos elegido como proveedoras de aluminio fábricas que usan energías renovables (fabricar aluminio consume mucha energía), y eso ha supuesto una reducción de 1,2 toneladas de CO2e por coche.
• Desde 2022, nuestra planta de fabricación de Taizhou funciona con electricidad 100 % renovable, con la consiguiente reducción de 0,5 toneladas de CO2e por coche. 

No obstante, hay muchos otros materiales, procesos y enfoques que contribuyen a la huella de carbono global del coche. Si quieres profundizar en las iniciativas estratégicas de Polestar dirigidas a minimizar el impacto climático, te presentamos otro cuentacuentos ecológico: el informe de sostenibilidad de Polestar.

Consejo: Si quieres acostumbrarte a la jerga de sostenibilidad antes de adentrarte en el mundo de la tecnología de cadena de bloques y la compensación, echa un vistazo a esta lista de términos útiles.

¿Reducir la huella de carbono afecta negativamente al rendimiento? 

En absoluto. A la vez que reducimos el carbono, mejoramos el rendimiento. Gracias a la batería nueva de los últimos Polestar 2 Long range, hemos mejorado la composición química de las celdas, aumentado la capacidad de la batería, acelerado la velocidad de carga y ampliado la autonomía. 

Para conocer todos los detalles sobre las mejoras del Polestar 2, entra en este enlace.

Entonces, ¿qué debemos hacer? 

Que esta industria aún no haya conseguido reducir su impacto medioambiental (¿sabías que la industria automovilística va a sobrepasar su presupuesto mundial de carbono en al menos un 75 %?) denota dificultad a la hora de encontrar soluciones viables. 

Pero seamos honestos: reducir las emisiones de carbono no tiene por qué ser tan difícil. 

Por eso hemos desarrollado el Pathway Report junto al fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Rivian y la consultora Kearney. Se trata de una hoja de ruta para ayudar a nuestros colegas fabricantes de coches a avanzar hacia una industria automovilística más sostenible. En el informe hemos identificado medidas concretas que estos fabricantes pueden adoptar de aquí a 2030 para hacer frente a la crisis climática. El planteamiento del informe es tan sencillo que se podría resumir en tres (o cuatro, como mucho) frases: 

Lo primero y más importante es acelerar la transición a los vehículos eléctricos.  En segundo lugar, los vehículos eléctricos deben cargarse con energía renovable para que alcancen todo su potencial. Por último, a medida que pasemos de coches que consumen mucha gasolina a vehículos eléctricos alimentados por energías verdes, la atención debe desplazarse de las emisiones del tubo de escape al proceso de fabricación, o dicho de forma más técnica, a la descarbonización de la cadena de suministro. Esto es especialmente importante en el caso de los materiales y piezas que consumen mucha energía, como la batería, el acero y el aluminio.

Después de esta explicación, ¿todo listo para entrar en materia? Pues vamos a por nuestra última declaración de sostenibilidad de productos.

*Con la excepción de Corea.